Larga crisis inmobiliaria
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Señor Director:
Según publicó su diario el pasado viernes, las constructoras prevén un mejor escenario en 2024, aunque recuperar índices prepandemia -afirman- requeriría algunos años.
Como abogado inmobiliario (con 186 proyectos en plenas faenas constructivas de distintos usos a lo largo del país) debo decir: la crisis inmobiliaria debiera durar al menos hasta fines de esta década.
La mayor manifestación no serán las quiebras, sino que el cese de giro de muchas inmobiliarias: para enfrentar los nuevos escenarios viene un fuerte proceso de fusiones y absorciones. Con la entrada en vigor de la ley de delitos económicos y ambientales, y de las exigencias de Basilea 3 a los bancos para financiar obras de construcción, van a ser pocas las inmobiliarias que quedarán en pie.
Por esto, nada asegura que los controladores de las seis principales inmobiliarias del país (que transan en Bolsa) lo sigan siendo en 2030. Ya no se trata solo de comprar un terreno con una norma urbanística favorable: lo más grave es que no existen especialistas formados para estos nuevos desafíos, y los bancos lo saben. Caerse ahora puede ser el fin de muchos empresarios inmobiliarios.
Rodrigo Andreucci
Socio Andreucci & Torrejón
